jueves, 17 de julio de 2014

Claves para promover la no violencia en la escuela

Cuando hablamos de  promover la no violencia, estamos enfocándonos en uno de los pilares en que se estructura la educación: aprender a vivir juntos (Jaques Delors, 1996). 
La escuela es el ámbito más adecuado para lograr un mejoramiento de la convivencia, la formación de sujetos proactivos en relación a la resolución de conflictos y el desarrollo de personas resilientes.   

Sabemos que no es una tarea sencilla y que requiere del compromiso de toda la comunidad educativa. Para ello es fundamental generar espacios en los cuales se prevengan situaciones de violencia y además, se pueda hacer foco en el trabajo con los emergentes que van apareciendo en el día a día escolar.
¿Cómo incluir, en la escuela, prácticas sistemáticas que permitan construir habilidades para la vida? ¿Cómo fomentar actitudes positivas que generen vínculos sanos entre los actores de la comunidad educativa?   En esta oportunidad, compartimos algunas estrategias para comenzar el camino:
  • Resaltar el valor de la palabra y del diálogo para lograr acuerdos, como formas de comunicación saludable.  En este sentido se propone desarrollar el método de la comunicación no violenta en el aula.  Este método, desarrollado por Marshall Rosemberg  promueve  una comunicación efectiva y empática con los otros basada  en cuatro componentes: observar sin evaluar (observación);  identificar y expresar cómo nos sentimos (sentimientos); asumir la responsabilidad de nuestros sentimientos (necesidades); pedir a los demás lo que necesitamos para enriquecer nuestra vida usando un lenguaje positivo.  Para conocer este método se recomienda la lectura del libro Comunicación no violenta del autor mencionado. 
  •  El trabajo socio emocional en el aula, es decir,  poner el foco en el desarrollo de actitudes vinculadas a emociones positivas ya que estas inhiben conductas violentas y previenen situaciones negativas, en el aula y fuera de ella.  En la nota  La escuela ahora enseña a manejar los sentimientos se  enfatiza que ciertas emociones positivas como la alegría, la simpatía y la gratitud inhiben la agresión, previenen el rechazo de los compañeros, favorecen las respuestas asertivas y mejoran las defensas frente al estrés. Cuando estas emociones no se han desarrollado lo suficiente por distintas circunstancias (pobreza, enfermedad, conflictos familiares), pueden fortalecerse mediante intervenciones sistemáticas.  En este sentido se debería proveer a los alumnos de herramientas para que liberen sus emociones, las comprendan, valores y autorregulen.  Para profundizar cómo hacer un trabajo sistemático en el aula se recomienda la lectura del artículo Desarrollo de emociones positivas en la niñez. Lineamientos para la intervención escolar publicado en la revista Redalcyc.org
  • El debate sobre los prejuicios existentes hacia algunos grupos sociales y sobre actos de discriminación y violencia que se manifiestan en las redes sociales y en la Web en general puede ser una actividad que, por ejemplo facilite definir entre todos comportamientos responsables y saludables en la redes.  Por otro lado, para analizar estos fenómenos y desarrollar ideas de cómo comportarse frente a insultos, ofensas y agresiones se creó el Observatorio Web.  Su objetivo es abrir un canal de reporte de sitios con contenidos de este tipo.  A la vez,   propone a los medios establecer mecanismos de denuncias y sugerencias acerca de cómo usar la red.   En la misma línea,  es tarea de padres y docentes orientar a los chicos acerca de cómo hacer un buen uso de estos nuevos espacios de interacción para lo cual el conocimiento de su funcionamiento y la práctica personal son claves. 
  • Participar de Proyectos educativos promoviendo el respeto por la diversidad y el conocimiento de otras culturas,  habilita el intercambio de  experiencias con alumnos de otras escuelas, respetando sus puntos de vista y valorando sus aportes.  El uso de plataformas virtuales colaborativas como Red telar,  para organizar grupos de trabajo, es una estrategia que permite compartir el aprendizaje generando el interés por conocer realidades diferentes.   Participar en proyectos colaborativos interescolares para investigar, por ejemplo,  problemas ambientales comunes y ensayar soluciones conjuntas,  edición de una revista digital que refleje la diversidad cultural, entre otros.

 Bibliografía:
-  -Kaplan, A.; Berezán, Y. (2013). PRÁCTICAS DE NO-VIOLENCIA. INTERVENCIONES EN SITUACIONES CONFLICTIVAS. Experiencias con docentes, padres y alumnos. Bs. As. Novedades Educativas.
-Castro Santander, A. (2010). DESAPRENDER LA VIOLENCIA. UN NUEVO DESAFÍO EDUCATIVO. Bs. As. Bonum.
-Rosemberg, M. (2013).   COMUNICACIÓN NO VIOLENTA: UN LENGUAJE PARA LA VIDA.  Bs. As. Gran Aldea Editores- GAE.