viernes, 31 de mayo de 2013

De otros textos, soportes ….y lectores

Los discursos apocalípticos acerca de la práctica de la lectura y la escritura de los adolescentes podrían generar, en los docentes, un solo  efecto: la resignación y el desánimo. Si tenemos en cuenta que esos discursos están avalados por organismos internacionales, y que los cambios planteados no se relacionan con la tarea del docente sino con la metodología de evaluación, pareciera que es casi imposible pensar en una propuesta que remonte esta situación. La reflexión sobre la propia práctica y la ejecución de cambios en la misma, para dinamizarla, puede ser una puerta de acceso a los cambios.

Pareciera que cuando un docente se encuentra con un grupo de alumnos comienza un enfrentamiento: estar enfrente, no solo desde los discursos sino también desde las prácticas que cada uno realiza. Todo exige, entonces, ser redefinido, hasta las nociones de lectura y escritura que supuestamente compartimos. Los lugares de este enfrentamiento son claros: padres, docentes, medios de comunicación y estadísticas alarmantes, preocupados todos por la falta de lectura y escritura en una población adolescente que, tranquila, descansa en el otro polo del conflicto. El trabajo con nuevos soportes y con los géneros discursivos que estos traen consigo se puede presentar como una oportunidad para que el enfrentamiento no se viva como tal. Los objetos con los cuales se embandera cada grupo: el libro y la Web.
La inclusión de nuevos soportes exige, primero, desnudar los vínculos entre los objetos libro/web: la posibilidad de apropiarse de trozos de la cultura que cada uno de ellos legitima es, en ambos, el lugar reservado al lector. Lector que se apropia, construye su lectura  “navegando” por los sentidos que el texto le deja recorrer. Libro y página Web se complementan en tanto exige, el primero, la hipertextualidad(el “leer levantando la cabeza” de Roland Barthes, leer remitiéndose siempre a otros enunciados) que puede hacerse tangible, en el segundo,  con la decisiones que toman desde el clic del Mouse.
Por otro lado, no se puede dejar de atender al grupo con el que compartimos el aula, los adolescentes.  Los cibergéneros son, en la actualidad, el mapa donde ellos delinean su subjetividad. Redes sociales, foros, blogs, chat, etc., constituyen, más que los elementos de un nuevo corpus génerico, la residencia de los nativos digitales. Al profesor lo relegan, prejuiciosamente, al lugar de un inmigrante,semianalfabeto digital.
La reflexión nos lleva, entonces, a enfocar la mirada sobre  los roles de educador/alumno y sobre los procesos de enseñanza aprendizaje a la luz de nuevas estrategias y nuevas herramientas. Se aprende con otros, y para que ese aprendizaje sea posible, se deben legitimar los conocimientos que los adolescentes, nuevos autodidactas, pueden aportar acerca de los cibergéneros. Una nueva forma de aprender, una nueva forma de enseñar, nuevos soportes, exigen una nueva didáctica que resignifique la tarea de alumnos y profesores.
Con el siguiente video los invitamos a reflexionar acerca de las relaciones que establecen los niños/adolescentes con los nuevos soportes y la necesidad de que estos ingresen, de un modo crítico al aula.