La televisión nos ofrece, a través de sus formatos, diferentes narraciones. En esta ocasión, utilicemos los relatos televisivos como un recurso para la estimulación y el enriquecimiento de las posibilidades narrativas de los alumnos con NEE. Trabajemos un relato de ficción: el dibujo animado.
Como sabemos, el dibujo animado genera mucho interés en los chicos. Su atractivo radica, especialmente, en que el mensaje está presentado en un lenguaje hiperbólico. Si la hipérbole consiste en una intensificación de lo que se quiere decir, en una enfatización, en este sentido, lo que el dibujo animado hace es llevar esa posibilidad hasta las últimas consecuencias en el terreno de la imagen y el sonido. Así, las transformaciones y las dificultades que padecen los personajes, como por ejemplo, cuando el Correcaminos cae destrozado desde un precipicio y de inmediato se levanta entero para seguir andando, son esperadas por los espectadores y, en el fondo, les proporcionan un sentimiento de seguridad que funciona como un reaseguro. Algo parecido ocurre con el cuento que escuchan noche a noche, repetidamente, antes de dormir.
En este caso, nos centraremos en los personajes de los dibujos animados y las series televisivas porque contribuyen a la construcción de la identidad de los chicos. Siguen con mucha atención todo lo que les pasa a sus personajes favoritos y, por si fuera poco, en sus juegos son recreados permanentemente.
Al rescate
Observen con atención a los personajes de los dibujos animados o de las series dirigidas a niños y jóvenes. El objetivo es que trasciendan la pantalla y logren ser objeto de estudio en el aula. Analicen: en general, cada personaje está reducido a unos pocos rasgos, es decir, que es presentado en forma de estereotipo. Para algunos teóricos, el estereotipo se da cuando una serie muy limitada de símbolos se presenta repetidamente como algo típico de una determinada situación o grupo social. En ocasiones, las mujeres, los extranjeros y las personas con alguna discapacidad, entre otros, suelen aparecer en la televisión bajo las formas de estereotipos. Al ser siempre idénticos a sí mismos, sus competencias, sus habilidades, sus capacidades e incapacidades, son siempre las mismas. En la rigidez de los estereotipos, algunos personajes lo pueden todo mientras que otros, no pueden nada. Trabajar con los personajes, desarmando estereotipos, puede ayudar a que los alumnos se puedan pensar a sí mismos no desde las limitaciones sino desde las potencialidades o aspectos a descubrir para fortalecer o para superar.
Mirar dibujitos… ¿en la escuela?
1. Proyecten un dibujo animado popular entre los chicos, por ejemplo, Bob Esponja.
2. Acto seguido, entre todos:
-Describan a los personajes: sus características físicas, su forma de ser y cómo se comportan.
-Hagan una lista con lo que saben hacer los personajes.
-Al lado, enumeren qué no saben hacer, en qué se equivocan.
-Cuando las cosas les salen mal, ¿qué sucede? ¿Cómo reacciona cada personajes: se entristece, se enoja, etc.? Los demás, ¿se ríen?
3. Valoración. Trabajen en forma individual y luego, compartan:
-Nombrá algo que te guste y algo que no te guste de los personajes.
-¿Te gustaría ser como alguno de ellos? ¿Cómo cuál? ¿Por qué?
-Si alguno grita, pelea o golpea a otro ante algún problema, ¿creés que lo hubiera podido resolver de una manera más pacífica? ¿Qué hubieras hecho vos?
Una opción para alumnos más grandes es adaptar la actividad utilizando series que los alumnos miren habitualmente. Podemos armar una tabla de doble entrada incluyendo los personajes de una serie como, por ejemplo, de “Violetta” para reconocer en cada uno, sus fortalezas y debilidades.
Serie
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Personaje principal
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¿Cuáles son sus cualidades?
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¿Qué dificultades tiene?
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¿Qué cambiarías de su forma de ser?
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¿Cómo serías vos en su lugar?
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Como alternativa, si los alumnos tuvieran dificultades para escribir, podemos buscar sus imágenes, pegarlas en un documento de texto, realizar con ellos un intercambio oral y que la/el docente registre los aportes para sacar luego conclusiones.
Actores por un rato
1. Vean en clase un fragmento de un dibujo animado o serie. Dividan a los chicos en grupos y que cada uno dramatice la escena, haciendo que el personaje principal actúe según distintos sentimientos: amistad, enojo, solidaridad, egoísmo.
2. Al finalizar la actuación de cada equipo, hagan una puesta en común escribiendo una lista de acciones (verbos) y de características (adjetivos) de los personajes, tanto en su versión original, como en la recreada por los alumnos. Así, podrán compararlas.
3. Comparen, entonces, estereotipos con personas reales: en el caso de que aparezca una maestra, por ejemplo, ¿cómo se muestra? Las maestras que los chicos conocen, ¿son iguales a las del dibujo animado?
Como en la época del cine mudo
1. Proyecten un fragmento de un dibujo animado o serie sin sonido.
2. Repítanlo varias veces, para que los alumnos traten de reconstruir el relato.
3. Divídanlos en grupos y propongan a cada equipo distintos ejercicios: dramatizar la escena con diálogos, narrarla como si fuese una historia del pasado, incluso dibujarla en forma de historieta.
La observación de las imágenes sin sonido, requiere que los chicos realicen inferencias sobre los personajes y sus acciones y, por otro lado, agudicen la percepción y la memoria, a la hora de reconstruir la estructura narrativa. Las dramatizaciones, la producción de historietas, y si se animan a proponerlo, la escritura de breves narraciones (según las posibilidades de cada chico), permitirá a los alumnos recrear una y otra vez el relato original.
Se pueden armar cortos con celulares con los alumnos del Niveles Post Primario de Educación Especial. Primero, hay que generar con ellos un guión, ensayar la escena, luego filmar y editar. Para cada paso, se sugiere recurrir a los posibles expertos que haya en la escuela. Les recomendamos el AVIDEMUX un editor gratuito que permite cortar y unir partes de un video, aplicar filtros, entre otras opciones. Es un software libre.
Para seguir en tema:
Bibliografía
Prieto Castillo Daniel,“El relato televisivo”, Serie la Televisión en la Escuela , Ediciones Culturales de Mendoza, 1994.
PROPPER FLAVIA V., “La era de los superniños. Infancia y dibujos animados”, Alfagrama ediciones, Buenos Aires, 2007.