Desde hace un tiempo, los emojis están
saltando de los chats a las páginas de los libros. Simples y cotidianos, dan
cuenta de una nueva forma de comunicarse que nace de la síntesis, la brevedad y
la tecnología. A simple vista, estos símbolos propios de la escritura digital podrían
incluirse en el tradicional concepto de paratexto, es
decir, el conjunto de elementos que salen al encuentro del lector, para
anticiparle el texto, antes de que lo lea: títulos, ilustraciones, epígrafes, datos
de publicación, por ejemplo. Sin embargo, en una oración formada por palabras y
dibujos, la función de lo icónico es aportar
significados que completen, más que acompañar lo escrito.
Así, la relación entre las palabras, los colores, las
tipografías y las imágenes se puede profundizar hasta descubrir nuevos sentidos
sobre el contenido, cuando se consideran, a la vez, distintos aspectos
comunicativos. Lo lingüístico, lo visual y la ubicación de los objetos en la
página se integran en un solo material: el texto multimodal.
Analizamos
Primera lectura. Miren con
atención el libro que estén por leer. O alguno que tengan a mano.
-Portada, colores,
imágenes, solapas, fotos, título, lugar de edición, índice, contratapa…
¿Qué
elementos les permiten hacer suposiciones sobre el contenido?
-Incluso, si
continuaran leyendo paratextos, hasta podrían inferir para qué tipo de lector
fue escrito.
Segunda lectura. Miren y elijan alguno de los siguientes textos multimodales.
Entonces, comparen en uno, dos, tres pasos:
-¿Cuáles son las diferencias entre la primera y la segunda lectura?
-¿Qué
información obtienen en cada una?
-¿Qué elementos nuevos aparecen en el texto multimodal? ¿Qué relación pueden establecer entre las palabras y los dibujos de las ilustraciones?
Producimos
Hacia el lenguaje multimodal. Da lo mismo leer en papel o desde
una pantalla. Hay multimodalidad
en cualquiera de los dos soportes, cuando lo icónico y lo verbal se interrelacionan hasta tal punto que las
historias se presentan con valor agregado. A propósito, ¿se animan a crear un
texto ilustrado?
-Fragmento literario, historia, poesía o
cualquier otro material escrito. (Incluso, ¡lo producido por ustedes!). Seleccionen lo que más les guste.
-Ideas centrales y palabras clave. Sirven
para identificar los conceptos que van a comunicar.
-Dibujos simples. Pueden hacerlos,
escanearlos o buscarlos en la Web.
-Oraciones cortas. En cada una, busquen reemplazar
algunas palabras por dibujos (verbos, sustantivos, por ejemplo).
-Borrador en papel. ¡Ilustración! Es el
momento de intervenir el texto. Tengan en cuenta: la carga expresiva de las tipografías, las reglas de composición de la imagen y el uso del color.
-Herramientas digitales. Prueben:
Compartimos
-Canales de
comunicación. Imprimir el texto ilustrado como póster o publicarlo en las redes… Según el tema, la
intención y el público al que va dirigido, ¿de qué forma les parece mejor
difundir su producción? ¿Por qué?