El planteo de actividades de “lectura de imágenes” favorece el desarrollo de aptitudes perceptuales en los alumnos con necesidades educativas especiales. Buscamos con esto que los alumnos se acerquen a una comprensión más amplia del significado de las imágenes que habitan en los distintos Medios de Comunicación.
Imágenes que informan, seducen, impactan y entretienen y que por lo mismo exigen muchísimas palabras para ser descriptas: ese paisaje de la foto, aprehensible con la mirada, seguramente ocupará unas cuántas páginas cuando alguien intente contar lo que vio en ella. Y si otros ojos se detienen sobre el mismo paisaje, es muy probable que vean cosas que muchos no vieron, o que encuentren sentidos diferentes a los de cada uno de los espectadores anteriores, incluso al que el propio fotógrafo quiso mostrar.
Antes de planificar es necesario reseñar algunas cuestiones teóricas básicas.
La polisemia: Las imágenes encierran en sí diferentes significados, son ambiguas, cada espectador completa el sentido con su mirada.
En este sentido, y debido al carácter polisémico de la imagen, es preciso distinguir dos niveles de lectura posibles: el denotativo y el connotativo. El primero implica la identificación de los objetos contenidos en la imagen, mientras que el segundo interpreta el signo-imagen a partir de la subjetividad del que percibe (actitudes personales, sentimientos, recuerdos o proyecciones subjetivas), es decir que cada persona le impone un sentido secundario.
La relación palabra e imagen: Se dice que una imagen vale más que mil palabras, pero también a veces una palabra que acompaña una imagen nos obliga a otorgarle un significado único.
A esta función se le llama de anclaje: de todos los significados posibles enfatiza uno de ellos, de modo que sea visible, claro y directo. El texto que realiza ese anclaje propone un modo determinado de “leerla”.
La actividad que desarrollaremos a continuación permitirá dar cuenta de aspectos fundamentales del lenguaje de las imágenes. Proponemos trabajar con un recurso digital: Clarín.com. Pero este análisis puede aplicarse a distintos tipos de fotografías y adaptando consignas a las necesidades e intereses de los alumnos.
En el sitio de Clarín se encuentran secciones exclusivas que no aparecen en la versión gráfica. Una de ellas es Multimedia,y dentro de ella, Fotorreportajes que proponen un recorrido en imágenes por hechos periodísticos. Las posibilidades de trabajo que se abren con esta sección son muy amplias y ricas. Se puede utilizar toda la secuencia o elegir algunas fotos que sirvan a los objetivos que se planteen con la actividad. Conviene recorrer todos los fotorreportajes para seleccionar el que se adecue a los intereses de los alumnos. Si no hubiera computadoras e Internet en la escuela, se puede trabajar con las fotos impresas.
Una característica de las imágenes de los Fotorreportajes es su riqueza expresiva: lo “dicen todo” por sí mismas. En este sentido, los breves textos que acompañan las fotos no funcionan como anclaje sino que presentan alguna información que contextualiza la imagen.Aprovechemos esa riqueza expresiva para desplegar una serie de actividades que estimulan la imaginación y ponen en juego procedimientos como la observación, el análisis y la interpretación. Esta propuesta posibilitará a los alumnos con NEE que no accedieron a la lectoescritura o que presentan dificultades importantes en esa área, experimentar una forma del relato más accesible, además de enriquecer sus posibilidades perceptuales y narrativas.
a) Para trabajar la oralidad y la percepción de imágenes:
- Dividir al curso en grupos de trabajo y elegir para cada uno una foto de la serie. Se sugiere utilizar fotos con diferentes encuadres ya que ofrecen distinta información. Por ejemplo, un acercamiento al rostro de la persona fotografiada (primer plano) nos cuenta sobre sus sentimientos y estados de ánimo, responde a la pregunta: “¿quién?”, en cambio un plano general que la incluya como un elemento más, nos proporciona más información sobre el contexto, es la respuesta a “¿dónde?”. Por esto, preguntas que guíen la observación del rostro, los gestos, la vestimenta, los movimientos de los personajes, los colores, los escenarios facilitarán su descripción.
- A partir de lo anterior, con el objetivo de estimular las posibilidades narrativas de las imágenes se puede proponer:
- Escribir o contar un epígrafe para la foto.
- Narrar una pequeña historia que tenga como punto de partida o punto de llegada la imagen de la foto.
- Describir qué elementos de la historia narrada agregarían a la foto.
Se les pide a los alumnos que observen atentamente la fotografía que les tocó y se enuncian estas consignas:
- “¿Qué ves?” La intención es “forzar” la mirada, distinguir los elementos que contiene el encuadre y separar lo que se ve de las propias interpretaciones.
- “¿Qué te sugiere?” Aquí se ponen en juego las diferentes interpretaciones y significaciones que revelan y ejemplifican la polisemia de la imagen.
- ¿Qué nos quiso “decir” el fotógrafo? En este punto, los alumnos pueden elaborar sus hipótesis acerca de la intencionalidad de esas imágenes, por qué el fotógrafo “puso su ojo” en un determinado aspecto y no en otro.
Una vez exploradas diferentes imágenes se pueden sugerir diferentes sitios en la web 2.0 para que los alumnos puedan producir sus propias imágenes y luego analizarlas en clase. Proponemos la confección de un libro álbum. Encontrarán explicaciones y sugerencias en este sitio.
Otra alternativa es producir un libro virtual con la aplicación Storybird Existe también un editor de imágenes gratuito donde los alumnos pueden seleccionar una imagen que puede ser rearmada por ellos, es decir, pueden cortar y ensamblar partes de diferentes imágenes en una nueva.